-Traten a los demás como ustedes quisieran ser tratados.
Esta es la esencia de todo lo enseñado por la ley y los profetas.
-Yo soy el camino, la verdad y la vida.
-No juzguéis a los demás si no queréis ser juzgados. Porque
con el mismo juicio que juzgareis habéis de ser juzgados, y con la misma medida
que midiereis, seréis medidos vosotros.
-Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y
con toda tu mente." Éste es el primero y el más importante de los
mandamientos. El segundo se parece a éste: "Ama a tu prójimo como a ti
mismo." De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas
-No dirán "mirad, aquí está" ni "alli
está", porque el reino de Dios está dentro de vosotros.
-Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
-Así que yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y
encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
-"Si solo amas a los que te aman, no estas haciendo
nada extraordinario porque hasta los incrédulos lo hacen. Y si solo haces el
bien a los que te hacen el bien, que tienes de extraordinario? Aun los
pecadores lo hacen! Ama a tu enemigo!! Hazle el bien!! Entonces tu recompensa
será grande y te estarás comportando como un verdadero hijo de Dios."
-Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos.
-Conocereis la verdad, y la verdad os hará libres.
-No se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios
afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
-Aquel que esté libre de pecado que arroje la primera
piedra.
-Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.
-¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu
hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?.
-“Acumula tesoros en el cielo donde las cosas no pierden
valor. Pues donde esté tu tesoro, ahí también estará tu corazón.
-Los estoy enviando como ovejas en medio de lobos; por lo
tanto, demuestren ser cautelosos como serpientes, y, sin embargo, inocentes
como palomas.
-No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
-Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la
mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para
quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una
milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo
no le vuelvas la espalda.
-Muchos son los llamados y pocos los escogidos.
-Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz,
para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz,
para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.
-El que viene a Mí, me escucha y me obedece es como el
hombre que edificó una casa sobre el firme cimiento de una roca. Cuando viene
una inundación, la casa resiste los embates de las aguas porque está firme
sobre la roca. Pero los que oyen y no obedecen son como el hombre que edificó
una casa sobre la tierra, sin cimientos. Cuando llegó la inundación el ímpetu
de las aguas derrumbó la casa y ésta quedó en ruinas.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario